La Tierra se ha hecho más abarcable con el avance de los medios de transporte, pero en los años 80 aún no lo era tanto. Japón estaba muy lejos todavía, incluso mentalmente, y más aún futbolísticamente. Sin embargo, desde el show del ‘10’ en el Mundial Juvenil nipón de 1979, los aficionados japoneses siempre sintieron devoción por Maradona, que jugó varios amistosos allí en los siguientes años. Curiosamente, dos de ellos tal día como hoy, los días 24 de enero de 1982 y 1987.
La loca gira asiático-americana de Boca Juniors 81-82 contó aún con Diego Armando, que se tiró desde mediados de diciembre de 1981 hasta finales de enero de 1982 disputando amistosos por dos continentes . Había que ganar plata paseando y exprimiendo al crack, por ejemplo para intentar retenerle en la Ribera. En esto último no hubo éxito: a continuación Maradona enlazaría con la superconcentración de la Albiceleste de cara al Mundial ’82 y, tras la Copa del Mundo, ya jugaría para el Barcelona; no volvería a ‘La mitad más uno’ hasta 1995.
En ese viaje interminable, que también llevó a los ‘xeneizes’ a rotar por países tan dispares como Ecuador, Perú, Malasia, Guatemala, México o Estados Unidos, Diego Armando y sus compañeros boquenses jugaron tres encuentros en el país del sol naciente, entre los días 16 y 24 de enero de 1982: dos contra la Selección de Japón ‘A’, ambas en el estadio Olímpico de Tokio, y otra contra el combinado ‘B’, en Kobe. El último amistoso sucedió el 24 de enero de 1982 frente a la ‘A’, con resultado de 0-1 para los argentinos, obra de un ‘10’ que volvió a deleitar.
Quiso la casualidad que, exactamente un lustro más tarde, el ‘Pibe de Oro’, ya consagrado en México ’86, pisara el mismo escenario, pero en un contexto muy distinto. Se trató de un partido benéfico de Unicef, que de nuevo enfrentó al equipo nacional japonés y a un combinado de América Latina. Los foráneos se impusieron por 0-1, y Maradona provocó el tembleque napolitano al jugar 84 minutos, o sea casi todo el compromiso. ¿Por qué?
Aquel segundo 24 de enero era sábado, y había parón en la Serie A italiana. El Napoli capitaneado por Diego Armando estaba en mitad de su primera temporada gloriosa, la que conduciría al Scudetto 86-87. No obstante, en su último partido antes del benéfico, un duelo contra el Brescia (2-1), Maradona solo pudo disputar 62 minutos, hachado varias veces, entre otros por Chiodini. Tanto le dolió que le tuvieron que sacar en volandas del campo, entre el médico y el masajista.
El club le prohibió viajar a Tokio, ¡la prioridad era descansar y recuperarse, el Napoli estaba ante la oportunidad de su vida! Pero, lo decimos una vez más, el ‘10’ nunca toleró bien las órdenes…
P.D. La enciclopedia ‘Maradona, obras completas’ recoge un sinfín de pasajes y datos acerca de la carrera del ‘10’, como los que acabas de leer. Si te interesa hacerte con una, escríbenos: