El ‘salvador de la patria’, capítulo II

Argentina y Australia tuvieron que esperar durante 17 eternos días para volver a enfrentarse en la Repesca intercontinental de 1993, esta vez en el estadio Monumental de Buenos Aires. Como ya vimos, para este doble duelo la celeste y blanca había tenido que recurrir al talismán: un delgado pero desentrenado Maradona, convocado como ‘salvador de la patria’. Había que aliviar el shock que supuso el 0-5 ante Colombia, y la pérdida consiguiente del billete directo al Mundial de Estados Unidos ’94.

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En la ida en Sidney, el combinado aussie y Argentina habían igualado 1-1, con gran asistencia maradoniana en el golazo de testa de Balbo. La teoría, basada en el supuesto potencial de cada equipo, decía que la Albiceleste debería resolver con cierta facilidad en el partido de vuelta ante los suyos, tal día como hoy hace 26 años. Pero el argumento se parecía mucho al de la jornada del 0-5…

Y además el ‘Pelusa’, secretamente, estaba lesionado. Terminó con una contractura el encuentro de ida: aquellos 90 competitivos minutos que le hicieron mella, porque llevaba mucho tiempo casi sin fútbol. De cara a la vuelta, no había logrado recuperarse, y se le unió el crónico problema en el nervio ciático. Pero se calló todo, y ejerció de capo del vestuario.

Con todas las trabas, el ‘salvador’ no estuvo mal. Guardó la pelota (a Argentina le valía el 0-0), envió dos precisos pases que sus compañeros no pudieron convertir en gol, rodó por el suelo a menudo (recibió nueve faltas). Y festejó a tope el afortunadísimo 1-0 de Batistuta, un tiro sin ángulo que rebotó en la pierna de un defensa, provocando una extraordinaria parábola que sorprendió al portero australiano.

Tras la angustia, el júbilo de los 70.000 presentes: ¡Argentina, de nuevo en el Mundial! Quedaba poco más de medio año, pero era una era geológica en términos maradonianos: a saber qué sería del ‘10’ para entonces. De momento, el público saludó el billete planetario y el retorno de la magia con el cántico de siempre: “Maradooooo, Maradooooo…”.

El gol de Bati:

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El ‘salvador de la patria’, capítulo I

Argentina se había metido en un buen lío, pero el 31 de octubre de 1993 empezó a desenredarlo. El famoso varapalo en casa ante Colombia (¡0-5!), sucedido el 5 de septiembre, había cerrado de forma traumática una de las liguillas sudamericanas de clasificación para el Mundial de Estados Unidos ’94. Como mal menor, la paliza condenó a la Albiceleste a una peligrosa e incómoda eliminatoria extra para tratar de subirse al último tren: Repesca intercontinental contra Australia, a ida y vuelta. Tal día como hoy, el primer asalto en Sidney, a 12.000 kilómetros de Buenos Aires.

Nuestro Diego Armando había acudido al Monumental de River cuando la paliza de los cafeteros, como un hincha más. Y, además de irónicos olés a las combinaciones colombianas, escuchó el clamor de la humillada multitud pidiendo su vuelta al fútbol (llevaba dos meses y medio sin practicarlo, tras su nefasto cierre a la etapa sevillista); y, más exactamente, al equipo de todos. El mito de México ’86 pervivía siete años después: nadie mejor que ‘Él’ para volver a encabezar una misión de alto riesgo.

A mediados de septiembre, Maradona volvió a los entrenamientos, fichando finalmente por Newell’s Old Boys de Rosario, donde su recibimiento fue apoteósico. Además de sumar sudores, libró y ganó su más espectacular batalla contra la báscula, perdiendo 10 kilos largos en cuestión de días. En cuanto a partidos, solo le dio tiempo a jugar un amistoso y un encuentro oficial. Enseguida, la Selección del ‘Coco’ Basile se lo llevó a Australia, para 13 días de concentración y luego, primera parte del duelo a cara de perro.

Al ’10’ le faltaban muchos kilómetros, pero su país le necesitaba. Capitaneó a la Selección en un partido trabado y de pocas oportunidades. Una de las escasas que generó la celeste y blanca, pero trascendente, llevó la firma maradoniana: balón peleado junto a la cal derecha, cambio de perfil y centro con la zurda mágica al corazón del área, para que el soberbio testarazo de Balbo hiciera el resto (0-1, minuto 36).

Solo 6 minutos más tarde, Australia logró el 1-1 definitivo, que dejaba la resolución entera para la vuelta de 17 días después en el Monumental. Será el capítulo II…