Postal muniquesa de la magia del ‘10’

Magia sobre el pasto. Foto: Album / picture alliance / Augenklick/Ra

Desde el 30 de octubre del año pasado, hemos ido repasando en este blog momentos cumbre de la fabulosa carrera de Diego Armando Maradona, por muchas cosas la más prodigiosa de la historia del fútbol. Aquel día elegimos para la presentación la misma foto principal de hoy, que también es la misma que preveía llevar la enciclopedia #MaradonaObrasCompletas en portada.

No estaba pensado, ha salido así. Hoy que aparcamos tanto el proyecto enciclopédico como este blog derivado es cuando, precisamente, se cumple el aniversario de esta imagen. Corresponde al estadio Olímpico de Múnich, vuelta de semifinales de la Copa de la UEFA, el 19 de abril de 1989: hace 31 años. El Napoli del ‘10’ defendía un 2-0 de la ida en San Paolo, y pasó a la finalísima (que, como sabemos, ganaría) con holgura. Fue un 2-2 en tierras bávaras donde siempre llevó la sartén por el mango.

Maradona se salió. Sumido en una temporada plagada de lesiones en todos sus puntos cardinales, fue quizá su mejor partido del curso 88-89, además en el feudo de un coloso continental. Al ‘Pelusa’ le anularon un gol de cabeza por un fuera de juego bastante discutible, pero sobre todo sirvió un ramillete de oportunidades a sus compañeros, incluidos los dos que marcó aquella noche Careca, su socio favorito.

Miedo en rojo.

Y, por encima de todo lo ‘material’, Diego Armando hizo alucinar a los espectadores alemanes, empezando por los minutos anteriores al pitido inicial (véase más abajo). Acostumbrados más al fútbol-fuerza, los centroeuropeos disfrutaron con algunas delicatessen técnicas típicamente dieguiles: regates, controles y pases de esos que son incluso más difíciles de imaginar que de ejecutar. Una de estas maravillas fue la que representa la foto superior.

Sucedió en un despeje fuerte y bajo de un compañero napolitano, que pegó en los pies de Maradona y le hizo caer de nalgas, mirando a la portería propia, pero con el balón al lado. Y al argentino se le ocurrió esto: aún con las posaderas sobre el pasto, en dos toques elevó el balón y dio un perfecto pase de espaldas hacia otro colega situado a la derecha. ¡Magia pura!

El estremecimiento del estadio muniqués es perfectamente audible en la retransmisión del partido. Y, durante esa la segunda parte, el público teutón, fan del equipo que estaba siendo eliminado, aplaudió también al fuera de serie, el mismo que les había privado de la corona mundialista de 1986. La belleza no entiende de fronteras ni colores.

¡Hasta pronto!

P.D. Por si eres un maradoniano -o futbolero- tan despistado que nunca lo has visto, aquí tienes el vídeo del calentamiento del ‘Pelusa’ antes de este encuentro, publicado por los amigos de Maradona Inédito. Está montado con la misma canción (Life is life, del grupo austriaco Opus) que supuestamente sonaba por la megafonía del estadio en aquellos inolvidables momentos. Vale más que millones de partidos.

Cojo y todo, el ‘10’ resuelve contra el Bayern

Saludo de capitanes con el muniqués Augenthaler.

Semifinales de la Copa de la UEFA 88-89, partido de ida en San Paolo. Dos monstruos se miden en el coliseo del sur de Italia: el Napoli, recién llegado a la elite continental, y el Bayern de Múnich, uno de los monstruos eternos. Para los celestes juega Maradona, sí, pero… ¡no en las mejores condiciones!

El ‘Pibe de Oro’ atravesaba la temporada con más partidos oficiales de su trayectoria (totalizaría 56) pero, a la par, la más marcada por las dolencias. Fueron muchas; ninguna fue tan grave como para apartarlo de la carrera, pero se pasó la mayor parte de la campaña andando, sin poder entrenarse apenas.

Y la peor lesión 88-89 le había sobrevenido apenas tres semanas antes, durante el anterior partido de Copa de la UEFA: la vuelta de cuartos, donde el Napoli tumbó a su compatriota la Juventus (3-0 tras prórroga). Afectado en el bíceps femoral de la pierna derecha, Diego Armando ni siquiera pudo terminar el tiempo extra. Y, desde entonces, se había saltado dos jornadas ligueras y no había podido casi ni entrenarse.

San Paolo en el duelo contra la Juve. Fuente: MotherSoccer.

Por tanto, no parecía el mejor escenario para recibir a un grande de Europa, posiblemente el favorito de la competición. La plantilla bávara carecía entonces del glamour de los 70, pero seguía repleta de internacionales, e iba lanzada a por la Bundesliga… y a por el doblete.

Pero, ¡bien le vino al ‘Burro’ tener a ‘D10s’, aunque fuera rengo! Aquel triunfo es atribuible básicamente a él, en uno de los partidos de premio máximo para mérito mínimo. El poco picante del encuentro lo ponen los alemanes, dueños del esférico y de los intentos ofensivos durante la mayor parte de contienda. Con poco peligro, eso sí.

Solo hubo dos excepciones, propiciadas por el ‘10’, que arriesgó (y se infiltró) para estar. En el minuto 40, aprovechando un bote del esférico, Maradona eleva un balón en dirección a Careca; el pase no es brillante, pero un teutón falla en el despeje y el brasileño ajusticia por bajo al meta Aumann (1-0). Y en el 59, el ‘Pelusa’ saca un córner en corto que le devuelve Francini y centra muy alto y con mucha rosca, para que Carnevale remate picado en poderosísimo testarazo (2-0). ¡Vídeo!:

¡2-0, ver para creer! Todavía quedaba pasar por Múnich, pero el Robin Hood del Vesubio volvería a estar allí.

P.D. Sí, ha echado a andar la campaña de crowdfunding para que #MaradonaObrasCompletas pueda ser publicada. Es toda una enciclopedia deportiva sobre el ‘10’ y el fútbol de su época. ¿Quieres contribuir a que exista? ¡Gracias por visitarla, anímate a participar!

https://vkm.is/maradona